Merienda en la Taberna social de Fuentepiñel. 04/04/2013 |
Cuando entendemos la
magnitud del mundo que nos rodea, cuando entendemos que las grandes cosas se
construyen con pequeños gestos, pequeños detalles, que la felicidad es más lo
que somos, y como enfocamos los valores, cuando nos mimetizamos con nuestro
entorno, es allí cuando aprendemos a disfrutar verdaderamente de la vida, de la
familia, de nuestros amigos, del simple hecho de mantener una conversación con
cualquier persona, de compartir una copa de vino, una comida.
El
día a día de algunas de las personas en el pueblo, puede resultarnos en
general monótono, pero de un tiempo a esta parte, algunas cosas han
cambiado.
Todos los jueves, un
grupo de fuentepiñelanos se reúnen en el bar del pueblo, o como dice Tati, en
la taberna social de Fuentepiñel, y comparten unas ricas meriendas.
Tati nos escribe, para
contarnos como son esas meriendas:
Hola Limurá soy Tati y
me he dicho, voy a contar sobre la familia de amigos que nos reunimos los
jueves en la taberna social de Fuentepiñel, para degustar los guisos de mi
madre Maria Luisa y de vez en cuando cochinillos de Marcial, Parros de Martín,
Liebre de Ángel Colmenero.
La última
el día 4 de Abril de 2013 fuimos 13: Justino, Pablo, Pedro, Ana, Maximete, Eugenio,
Juan Manuel, Jesús S., José Antonio; José María, Marcial, Miguel y Tati.
Cenamos congrio guisado
con patatas fritas y flan casero. Disfrutamos de la gastronomía, los amigos, el
día a día, la paz, familia...y con el concepto principal de una buena armonía.
Un
beso y un abrazo.
No podemos negar que
Tati ha cambiado mucho el concepto de llevar el bar en el pueblo; libros,
pizarra con refranes, dedicatorias o lo que se le ocurra contarnos, una barra
adornada con frutas y detalles varios, aperitivos apetitosos y un trato amable.
Aquí, hemos ganado
todos, pero sobre todo, muchos de los que viven en el pueblo, que cada día jueves tienen una noche especial: Cena en la
taberna social de Fuentepiñel.
Gracias Tati por contarnos de lo bien que lo pasáis allí. Gracias también por escribirme, me hace sentir que las cosas que escribo y cuento para mantener "en movimiento" nuestro pueblo, merecen la pena.
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