La verdad de lo que pasa en Venezuela
Porque no se dice
toda la verdad de lo que pasa en Venezuela. Los medios de comunicación internacionales no se
hacen eco, con la claridad necesaria, de la situación de fractura política que
existe, lo único que se da a entender es que Henrique Capriles no acepta los
resultados de los comicios.
No nos
equivoquemos, lo único que quiere la oposición, y la mitad de Venezuela, es que
se cuenten los votos, uno por
uno, como consecuencia de la cantidad de irregularidades que, documentadas,
se produjeron a lo largo del día 14 de abril, día en que se celebraron las
votaciones para elegir nuevo Presidente, tras la muerte de Hugo Chávez, sin
haber podido tomar posesión de su cargo.
La larga lista de
irregularidades comienza cuando fallece el Presidente de turno, cuya buena
lista de arbitrariedades, precisamente, corta no era. Se nombra a NicolásMaduro como Presidente interino, cargo que debía ocupar el Presidente de la
Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, para poder de esta forma presentarse el
Sr. Maduro a las elecciones, ya que la constitución impide que el
Vicepresidente pueda postularse como candidato. De un plumazo, se cargan la
constitución y le dan, la interpretan de la manera más conveniente para sus
fines.
La oposición
intento por las vías legales impugnar tanta injusticia, que daba singular
ventaja al candidato oficialista, pero la Asamblea Nacional, al igual que el
Tribunal Supremo de Justicia, y todos los organismos que deben velar por el
fiel cumplimiento de Ley, dieron también la interpretación que necesitaba el
gobierno para que Maduro continuara como Presidente encargado y candidato
oficial al mismo tiempo.
La lista de
votantes, de los ciudadanos venezolanos que por ley pueden ejercer el derecho
al sufragio, utilizadas en estas nuevas votaciones del 2013, fueron las
existentes en las elecciones de octubre del año pasado, negándose el gobierno a
utilizar las listas de diciembre, creadas para las elecciones regionales, más
actualizadas, por la cantidad de nuevos votantes, conscientes como eran, de que
las nuevas juventudes vienen, como dicen en mi tierra, “empujando duro”
apoyando los nuevos proyectos de progreso, apoyando a la oposición.
Capriles aceptó el
nombramiento unánime de todos los partidos de la oposición, ser nuevamente candidato
a la Presidencia del país. Sabía que la lucha era desigual, David contra
Goliat. Las encuestas, que inicialmente daban una diferencia de hasta 20 puntos
a favor del triunfo de Maduro, ya sabíamos, estaban manipuladas y así se pudo
demostrar, al ganar, según “sus resultados” por un poco más del 1,5 % de votos.
Capriles sabía que
luchaba contra el recuerdo de una persona querida y respetada por la gran
mayoría de venezolanos, con el recuerdo del malogrado líder Hugo Chávez Frías.
Maduro se aprovecho de esa situación cuanto pudo, y no apelaba al voto para
sacar adelante el país, con alguna propuesta de gobierno, solo apelaba al
corazón y al sentimiento de los chavistas por su líder, y contra eso, en
principio, Capriles poco tenía que hacer.
Sin embargo, mucho
estaba por cambiar y, en cierta forma, las acciones y palabras del candidato
oficialista, le pusieron las cosas no digamos más fáciles, pero ayudaron a que
los que dudaban de su capacidad de liderazgo para continuar con la “políticas
socialistas” de Chávez, se plantearan a Capriles como una salida, como otra
opción. Que si pajaritos que le silban, que si Chávez intercedió para el
nombramiento de Francisco como Papa, rapeando y lanzando maldiciones indias a
quien no votara por el, etc, demostraban, como he dicho antes, su poca
capacidad de liderazgo, repitiendo hasta la saciedad la misma muletilla, “yo
soy el hijo de Chávez” , y allí se acababan sus propuestas.
Llego el día de
las votaciones, una nueva Venezuela había despertado, sobre todo las juventudes,
deseosas de un nuevo futuro, pero llegaron también las descaradas
irregularidades.
Testigos de mesa
de la oposición fueron sacados de los centros electorales a punta de pistola.
Ciudadanos sin ningún tipo de impedimento físico “asistidos” por personas, hasta
donde estaba la maquina electoral para asegurarse por quien votaban, pandillas
de motorizados, mostrando sus armas para amedrentar a los votantes que hacían
cola para ejercer su derecho, para que se marcharan a sus casas, y donde sabían
que la mayoría era gente que votaría por Capriles. En algunos centros la lista de votantes
era de 500 personas, pero el resultado de los votos recogidos en esos mismos
centros era de 700 votos, ¿cómo se entiende esto?.
Fotografías de
personas del oficialismo, con decenas de Cédulas de Identidad (DNI), personas
con hasta 120 años que según ellos ejercieron el derecho al voto. Militares
apresados, porque quisieron hacer valer la legalidad, y que, a día de hoy,
continúan detenidos. Personas que al querer ejercer su voto se encontraban en
las listas como que ya habían votado, por eso la oposición, también pide la verificación
de las huellas dactilares.
Eso sin contar la
cantidad de publicidad a favor del candidato Maduro, que había en muchos
centros de votación, mostrando su músculo económico, y haciendo proselitismo
político, saltándose una vez mas la legalidad.
Importante, no han
sido contados los votos en el extranjero.
Son muchas más las
irregularidades, todas muy bien documentadas, y lo único que pedimos la mitad
de los venezolanos es que se cuenten nuevamente los votos, uno a uno. Eso es lo único que
pide Capriles, no se trata de que no quiera reconocer que ha perdido, como
candidato de la oposición, las elecciones. Se trata de verificar si los
resultados de las votaciones son correctos. Si no hay nada que temer, por qué
no lo hace, por qué el Sr. Maduro no accede al recuento, y así da por zanjado
este duro enfrentamiento.
No conforme con
negarse al conteo de los votos, después de haber aceptado inicialmente la
propuesta de Capriles, sin perder más tiempo, se juramenta ante la Presidenta
del Consejo Nacional Electoral como nuevo Presidente de la República.
La gente,
indignada, bajo la convocatoria de Capriles sale a la calle a manifestarse con
una cacerolada, tildando este hecho el Gobierno, de incitar a la violencia,
¡cómo puede ser darle con una cuchara a una sartén, un acto violento!.
Al día siguiente,
también bajo la convocatoria de Capriles, miles de venezolanos invaden las
calles para manifestarse pacíficamente, ante el Consejo Nacional Electoral (CNE),
órgano que también de oficio puede solicitar y efectuar el conteo de votos, y
de esta forma, dar claridad y transparencia al proceso electoral, órgano que,
debiendo ser imparcial y teniendo entre sus atribuciones la obligación de
salvaguardar los derechos del pueblo elector, se negó categóricamente al
conteo, indicando que la elección había sido de total transparencia.
Se sucedieron
algunos hechos violentos, pérdida de algunas vidas, que el ciudadano Maduro atribuye a Capriles. Prohibió
la marcha programada en Caracas, asegurando que si la gente salía a la calle no
podría garantizar su integridad, llama a, la oposición instigadora de la
violencia, nazis, y asegura que “radicalizara el socialismo que Chávez y Fidel
han implantado en el país, porque es a ellos a quienes le debemos todo lo que
ahora tenemos en Venezuela.”
Ante todos estos
hechos, Capriles convoca una rueda de prensa, donde llama a la calma, donde
muestra algunas pruebas de esas irregularidades que denuncia. Pide a los
venezolanos que se queden en sus casas, que no salgan, ni caigan en
provocaciones, que marchará solo para interponer el recurso legal pertinente
ante el CNE, y solicitar el conteo de votos… en plena rueda de prensa, se corta
la señal, para transmitir la inauguración de un centro de salud (que ya llevaba
días funcionando), y donde Maduro, para indignación nuestra, repite las
llamadas a la paz, haciéndolas suyas, que Capriles había pronunciando momentos
antes, pero arremete de manera salvaje con atribuciones de violencia, de
muertes, de financiación de los EEUU a la oposición, de golpistas. Apagué la
retransmisión y, gracias a Dios, mi memoria borro tan fieras y desmedidas
palabras, llenas provocaciones.
Por otra parte,
Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional, cuerpo legislativo
unicameral, negó el derecho de palabra a los Diputados de la oposición hasta
que no reconocieran a Nicolás Maduro
como presidente electo. Ante la queja de los Diputados agraviados al no poder
ejercer su derecho de palabra, Diosdado Cabellos optó por destituirles, una situación
a todas luces marcada por la ilegalidad, pues han sido elegidos por el pueblo,
no ejercen de diputados puestos a dedo. Si bien es cierto que, en su condición
de Presidente de la Asamblea Nacional,
puede destituir a los Presidentes de las comisiones, también es cierto
que por ley, acto seguido debe nombrar
nuevos presidentes de esas comisiones, entre los partidos minoritarios de la
oposición, cosa que no ha hecho. Una violación más al estado de derecho.
Había sido
convocada una manifestación en Madrid, en apoyo a Capriles y a los millones de
venezolanos que queremos el cambio, pero fue cancelada, el Consulado de
Venezuela en Madrid denunció, un atentado en contra del centro. Se trataba de
una pintada, de un grafitti, pidiendo el conteo de los votos. Ese era el
terrible atentado que se había perpetrado contra el organismo representante del
gobierno venezolano en suelo español.
Todo esto sólo
abarca una pequeña parte de lo que pasa en Venezuela, porque aquí no se ha
hablado de que hay un “okupa” en la presidencia del país, un ilegítimo, que
todavía no ha planteado la forma de sacarnos de la pobreza, de negociar
convenios y acuerdos internacionales para fomentar la empresa, el comercio y el
empleo. Solucionar el desabastecimiento y la falta de alimentos de la población. Ni de
como parar la delincuencia en un país donde la vida no vale nada. Uno de los
países más peligrosos del mundo, y que en catorce años de mandato, no han hecho
nada. Sólo ve enemigos fantasmas, golpes de estado, opositores, sólo crítica a
la gran mayoría de los países de todo el mundo en busca de la confrontación, sólo
busca, como Cuba, el aislamiento social y económico para continuar con la
manipulación.
Creedme, Capriles
no busca ser Presidente por encima de todo, desea profundamente encaminar
a esta Venezuela hacia el progreso. Es
una persona preparada, con una larga trayectoria política, incluso ha tenido
que bregar con la cárcel, en esta “encubierta” dictadura, dispuesto a luchar
por nuestra libertad, sintiéndose ganador, como seguro ha sido en estas
elecciones.
Es fácil
descalificar a una persona como Maduro, cuya preparación dista mucho de lo que
necesita un país para salir adelante, reconozco que me tienta, pero no es lo
que quiero contarles. Sólo os diré una cosa, se ha equivocado no en una, ni en
dos, ni en tres, en muchas mas ocasiones, al nombrar en su ruta de campaña la
ubicación de ciudades que debía visitar, asignándoles capitales que no le
correspondían. ¿Se imaginan confundir Segovia como capital del País vasco, y a
Valencia como capital de la Coruña?, y así hasta más de cinco veces. Y hasta
aquí, llegan mis descalificativos, si esto se puede llamar así.
Finalmente, y ante
el grito unánime de varios mandatarios extranjeros, organismos internacionales,
incluso el Papa Francisco, han aceptado la auditoria del 46% de las cajas de votación.
No han podido frenar a esa nueva Venezuela, porque desde el 14 de abril Venezuela
es otra.
Hemos aprendido
mucho en estos años, no nos callaran, insistiremos, gritaremos, pondremos
salsa, y le daremos a la cacerola hasta que haga falta, hasta que triunfe la
legalidad.
Ellos intentan
seguir poniendo trabas, interpretando la ley, una y otra vez a su conveniencia,
pero Capriles se ha mantenido firme. No decaerá, los venezolanos no decaeremos.
Ante el
desconocimiento de lo que pasa en Venezuela, de muchas de las personas de mi alrededor,
y de la gran ayuda que sería, que la gente sepa toda la verdad, me he propuesto
como meta, informar, hacer llegar a todas las personas que conozco la dura y
triste realidad de la represión que se vive en Venezuela.
¡Os pido ayuda!, sabéis
que intento ser una persona solidaria con mi entorno, una persona comprometida
con los que quiero, me siento parte de vuestro entorno, de vuestro pueblo, al
que también considero mío, por eso me atrevo a pediros ayuda. Necesitamos de
vosotros, necesitamos que nos ayudéis, que seáis nuestra voz, que contéis a
todo aquel que le pueda interesar la verdad de lo que pasa en Venezuela.
Allí no existe la
libertad de prensa, las noticias no llegan al extranjero como realmente
suceden, por eso os pido, en cualquier momento que surja la conversación, o si
quieres enviar el enlace de la noticia a alguien que le pueda interesar, te lo agradecería,
mientras más personas conozcan esto, más difícil lo tendrán, estos malvados
opresores. Se por favor nuestra voz. Ayudanos.
Os voy a dejar con unos vídeos que muestran la impunidad con la que actúan estas personas. Hay muchos vídeos por la red, uno de los pocos recursos con los que contamos para dar a conocer al mundo lo que pasa.
Os voy a dejar con unos vídeos que muestran la impunidad con la que actúan estas personas. Hay muchos vídeos por la red, uno de los pocos recursos con los que contamos para dar a conocer al mundo lo que pasa.
Voy a dejar también
un enlace de la única televisión privada que existe en el país, Globovisión,
por poco tiempo...tiene los días contados.
Dejare
el enlace, hasta que termine la auditoria de votos, que con seguridad nos
deparará muchas sorpresas…resistiremos.
Por una Venezuela
libre!!!
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Este que pongo a continuación es increíble, acusan a la oposición que quemar un centro de salud, casi en un 90% pero al dia siguiente ya estaba reconstruido, esto la defensora del pueblo:
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