Con el miedo en el cuerpo...continuan los robos

Nueva ola de robos
Olombrada y Torrecilla del Pinar han sido los dos últimos pueblos en los que se han producido “atracos masivos” de viviendas, delitos que la Guardia Civil está investigando.

Con una periodicidad que apabulla, los robos en viviendas de pueblos de la provincia se siguen sucediendo. Si el año 2011 acabó con los asaltos a Frumales y Fuentepiñel, 2012 comenzó con la noticia de que siete casas de la pequeña localidad de Encinillas habían sido atracadas.
Y esta semana han salido a la luz nuevos sucesos de este tipo. Según explica el alcalde de Torrecilla del Pinar, Raúl Martín, hace aproximadamente un mes, los ladrones visitaron el pueblo. Forzaron la entrada a una nave ganadera, de donde se llevaron siete cerdos; en una vivienda robaron gasoil; e intentaron acceder a otro domicilio, aunque al percatarse de que los dueños estaban dentro huyeron. El episodio se repitió dos semanas después. Esa vez, la alarma de la farmacia evitó que se consumara el delito. Pero ahí no se acabó todo. El pasado viernes, los cacos violentaron una vivienda de segunda residencia. Y, por último, en la madrugada del miércoles robaron en dos casas del pueblo.
“La gente está intranquila; esto es una plaga”, lamenta el regidor de Torrecilla del Pinar. “Hoy ha tocado aquí y mañana puede tocar allí; la gente está harta”, agregaba Martín, que dice desconocer la solución para evitar nuevos robos. Eso sí, él defiende que estos delitos “están poco penados en España”, por lo que se posiciona a favor de un endurecimiento de las penas.
No muy lejos de Torrecilla del Pinar, en Olombrada, han sufrido desvalijamientos en los últimos días. Con el mismo modus operandi que en otros pueblos, los delincuentes se presentaron de noche. Seleccionaron las casas. Y empezaron el “trabajo”. En al menos dos casos, el ruido despertó a los moradores de la vivienda. Y, al ver que se encendían luces dentro de la casa, los ladrones optaron por huir. La mañana siguiente se descubrió que seis casas habían sido robadas. Poco a poco, la cifra ha ido creciendo, a medida que han acudido a Olombrada propietarios de viviendas de segunda residencia. “Al menos han robado en diez casas”, estimaba ayer el alcalde del pueblo, Luis Bayón. En la mayoría de los casos, los ladrones se llevaron “poca cosa”. Buscaban dinero y joyas, y en casi todas las viviendas, su presencia es escasa, y máxime siendo segundas residencias. Como caso anecdótico, en una vivienda los cacos se llevaron dos ollas con productos de la matanza casera. En Olombrada, como en el resto de localidades afectadas, los vecinos están “indignados”. “Todo el mundo está mejorando la seguridad de sus casas”, expone el regidor.
Aunque la comarca más afectada por los asaltos es la de Cuéllar, los pueblos más cercanos a la ciudad de Segovia tampoco se han salvado de la ola. Encinillas no ha sido, pues, un caso aislado. El 5 de febrero, coincidiendo con la celebración de Santa Águeda, los cacos entraron en una vivienda de Pinillos de Polendos, si bien sus propietarios no estaban a esa hora en el inmueble. A la semana siguiente, también en Pinillos, otra vivienda fue atracada. En ambos casos, se presentaron denuncias en el cuartel de la Guardia Civil de Cantimpalos. A pocos kilómetros de Pinillos, en Mata de Quintanar, unos desconocidos entraron el miércoles a una vivienda, si bien ayer todavía no se había formalizado denuncia al respecto.
De la autoría de los robos, de momento, poco ha trascendido, aunque fuentes de la Subdelegación del Gobierno informaron ayer que la Guardia Civil continúa las investigaciones para esclarecer los asaltos.

Fuente: eladelantado.com