miércoles, 6 de abril de 2011

Castellana...por favor!

Hemos estado de excursión en Sepúlveda. Ya me habéis leído comentar en alguna ocasión que muchas veces pensamos que los lugares mas bonitos siempre están lejos.

Recuerdo una campaña de la Comunidad de Madrid, promocionando la ciudad. Hablaba "un gato", decía sobre las cosas tan bonitas que tenían: los palacios, los parques, su historia, las iglesias, los museos...el Museo del Prado!, unas de las mayores pinacotecas del mundo..."siempre le digo a mi mujer, algún día tendremos que ir a conocerla". Y así somos, para conocer siempre preferimos lo de fuera, nos parece más atractivo.
No es la primera vez que juntos hemos estado en esta preciosa localidad, para muestra estas fotos comparativas. Casi una década después, casi en el mismo escenario, queda evidente el paso del tiempo, las carnes se rebelan y no quieren volver a ocupar su sitio...pero los años también afianzan el cariño.

Comenzó nuestra visita con un recorrido por sus calles, un guía local nos iba explicando la historia que su edificios encierran. Nos comento sobre uno de los orígenes del nombre de Sepúlveda, del latín septempublicam, siete llaves por las siete puertas que existían en la ciudad. En 1951, es declarada Conjunto Histórico-Artístico.

Hicimos una breve parada en el Museo de los Fueros ubicada en la iglesia románica de los Santos Justo y Pastor, un precioso edificio, con tallas de distintas vírgenes castellanas, santos venerados por nuestras tierras como San Roque, y una "graciosa" talla en madera de San Miguel Arcángel. Esta figura me recuerda siempre que la veo, y ahora que esta a la orden del día, a las guerras. San Miguel el bien, a sus pies el diablo, el mal. El bien armado con una espada, reprime y domina el mal...los hombres buenos se arman para ir en contra de los hombres malos...al pie de la imagen suele haber una inscripción: ¿Quien como Dios?... eso digo yo! .

San Miguel Arcangel


Continuo nuestro paseo por la iglesia de la Virgen de la Peña, patrona de la localidad y de todos lo pueblos de la comarca, y la iglesia del Salvador una de las iglesias más antigua de Segovia.

Para coger fuerzas, y continuar camino, degustamos una rica sopa castellana, cordero, ponche segoviano, y un vino de la tierra.

Continuamos con una audiovisual en el Centro de Interpretación de las Hoces del Duratón, para proseguir viaje hacia la Ermita de San Frutos.

A la entrada del Parque, nos esperaba con llaves en mano quien seria el encargado de mostrarnos el interior de la ermita, Don Fermín. Allí estaba, al pie de la carretera, bien trajeado, con su gorra y garrota. Ochenta y tres años a sus espaldas, había que verle caminar los dos kilómetros que después de dejar el autobús hay que recorrer hasta llegar a la ermita, dice Don Fermín: “San Frutos es mi amigo, el me da las fuerzas”

Estando dentro de la ermita y conocedores como somos de algunas pequeñas anécdotas y curiosidades que se cuenta por nuestras tierras, “mi javi” comento lo de pedir un deseo pasando por la piedra que esta debajo del altar de San Frutos, y pá que queremos mas, toda la peña se puso de cuclillas y la cola era considerable.

En este punto concluyo nuestra visita. Me sentí en todo momento anfitriona, al comentar a mis compañeros alguna de las costumbres que hay por estas hermosas y hospitalarias tierras castellanas. Por que me siento orgullosa de formar parte de ellas.

Ser de un sitio no se elige, se nace, pero si se pudiera elegir, conservando a poder ser el que ya se tiene, yo sin duda levantaría la mano y diría: Castellana…por favor!!!

Un saludo. Espero veros pronto.

2 comentarios:

Juan CL dijo...

Precioso el reportaje, Limu. Precioso. En las fotos, aunque insistas, yo no aprecio ninguna diferencia. Y si he de elegir, me quedo con la segunda.
Un saludo.
Juan CL

M. Angeles dijo...

Qué buen reportaje primita! Me ha encantado!
Desde luego que eres la venezolana más segoviana del mundo! Sientes la tierra más que muchos que nacieron allí!

Un abrazote!