domingo, 16 de diciembre de 2007

Leyendas de Segovia

En Segovia son muy populares las leyendas de aparición de las imágenes de las vírgenes como la del Henar (Cuéllar), la del Bustar (Carbonero), la de la Peña (Sepúlveda) o la de la Soterraña (Santa María la Real de Nieva).
Leyendas muy popularizadas son las de la Mujer Muerta, una madre que se alza en forma de montaña para evitar riñas entre dos hijos envidiosos.
Pero la leyenda que más ha calado en el ánimo popular es la que asigna la creación del acueducto al diablo en una sola noche. Otra serie de leyendas se crean contra los judíos en un afán de afirmación de la identidad cristiana, como la de Maria del Salto que, tras lanzarse al vacío por las peñas tajadas de la Fuencisla, cayó sana y salva por intercesión de la Virgen. O la del Corpus, que nos cuenta cómo los judíos, al tratar de profanar una hostia consagrada, vieron asombrados como se les escapaba abriendo una grieta por la pared de la sinagoga.
San Frutos Pajarero, patrón de la diócesis, está también orlado de leyendas:
“Como una simple naranja cortó la peña de un tajo y por la grieta cayeron los moros con sus caballos.”
Salva a una mujer despeñada por su marido en las hoces del Duratón o, ante unos mahometanos que se mofan de que la hostia pueda representar a Dios, hace que un asno se arrodille.
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Las principales leyendas de Segovia son las siguientes:
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LA MUJER MUERTA: Desde Segovia se puede observar la silueta de una montaña conocida como "la Mujer Muerta". Su formación según una antigua leyenda se debió a los siguientes hechos: Muerto el jefe de una tribu que vivía en el cerro donde ahora se encuentra el Alcázar, su mujer crió a dos niños gemelos que, con el tiempo se enfrentaron para gobernar a la tribu. La madre desesperada ante la lucha de los hermanos ofreció su vida a cambio de la de sus hijos. Cuando éstos iban a enfrentarse, una gran nevada (en verano) se lo impidió. Pasado el temporal, comprobaron que una montaña cubría lo que anteriormente había sido una llanura. Dios había aceptado el sacrificio de la madre y cubrió su cuerpo yacente con nieve.


LEYENDA DEL ACUEDUCTO: Cuenta la leyenda que el Acueducto fue obra del diablo. Éste intentaba conseguir el alma de una muchacha que cansada de bajar a por agua a las fuentes que había en el valle estaba dispuesta a cualquier cosa con tal de dejar tan fatigoso trabajo.Un día el diablo le ofreció construir un gran puente a cambio de su alma. La muchacha aceptó pero con la condición que debía estar terminado en una noche. El diablo se puso manos a la obra y cuando sólo le faltaba una piedra por colocar aparecieron los primeros rayos del Sol, con lo que perdió el alma de la muchacha. Hay quien dice que los agujeros que se ven en las piedras del Acueducto son las huellas de los dedos del demonio.


DE LA SALA DEL CORDÓN: Un cordón realza el techo de una de las salas principales del Alcázar. Según la tradición, el relieve fue encargado por la reina Violante como lección de humildad para su esposo Alfonso X el Sabio. Al parecer, su sabiduría y soberbia eran parejas, y llegó a afirmar que Dios hubiera hecho bien en pedirle consejo antes de crear el Universo. Fray Antonio de Segovia le suplicó que confesara su pecado, pero El Sabio, orgulloso, se negó. Entonces se desató una terrible tormenta, y un rayo atravesó las estancias reales, matando a varios cortesanos. Fue entonces cuando el monarca dio su brazo a torcer y cumplió su penitencia; su mujer aprovechó para encargar el friso, un amuleto encargado de calmar la habitual ira de su esposo.

EL CRISTO DE LOS GASCONES: Según la leyenda, hacia el siglo XIII, apareció la imagen de un Cristo yacente en la frontera entre Francia y el Imperio Germánico. Los soldados de ambos países no llegaban a un acuerdo sobre quién debía quedarse con la imagen por lo que pensaron resolver el conflicto de la siguiente manera: Colocarían la imagen sobre una mula, la harían partir y el lugar donde parara el animal sería en el que la imagen se quedaría. Siguieron a la mula que no paró de andar hasta llegar a la iglesia de San Justo en Segovia donde cayó desplomada. Desde entonces se conserva la imagen en esta preciosa iglesia románica.

EL MILAGRO: Se dice que en el año 1410 el sacristán de la iglesia de San Facundo estaba adeudado y fue a pedir un préstamo a un médico judío. Éste accedió a darle el dinero si a cambio le entregaba una hostia consagrada. El sacristán aceptó y una noche se realizó el cambio en la calle hoy llamada “Malconsejo”, por lo que esa noche acaeció en ella.El médico se reunió con otros judíos en la sinagoga y decidieron arrojar la hostia consagrada en un caldero de agua hirviendo que tenían puesto al fuego. Pero antes de llegar a rozar el agua, la forma se detuvo en el aire, la sinagoga empezó a temblar y un muro se abrió de arriba abajo: por allí salió mágicamente el cuerpo de Cristo y sobrevoló toda la ciudad para ir a refugiarse al monasterio de Santa Cruz. Dicen que para entrar hizo un pequeño agujero en la puerta que nunca se ha podido tapar.Desde entonces, la sinagoga se convirtió en templo cristiano y se estableció, en acción de gracias, una fiesta anual que se celebra en catorce iglesias (cada año en una): es la llamada fiesta de la catorcena.

MARÍA DEL SALTO: Este hecho ocurrió durante el reinado de Fernando III. Vivía en Segovia una joven llamada Esther que a pesar de ser judía se sentía atraída por la religión de Cristo. Algunos judíos lo descubrieron y no descansaron hasta buscar una excusa para castigarla. Consiguieron con ayuda de la mujer de un hidalgo y falsos testigos acusarla de ser la amante de su esposo. La ley judía castigaba este pecado con la muerte por lo que fue hecha prisionera y llevada hasta unas peñas para ser despeñada. Cuando la empujaron, Esther se encomendó a la Virgen de la Fuencisla. Mientras caía apareció una paloma que la ayudó a descender lentamente posándose sobre el suelo sin sufrir ni un rasguño. Tras el milagro le pusieron el nombre de María del Salto y a partir de ese momento se dedicó al cuidado de la Virgen de la Fuencisla.

EL MONTÓN DE TRIGO Y EL MONTÓN DE PAJA: Con este nombre se conoce a un cerro que se halla no muy lejos de Segovia. La historia de su formación es la siguiente: Estaba un día un rico labrador aventando un montón de trigo cuando pasaron unos mendigos y le pidieron una limosna. El tacaño agricultor contestó que no tenía nada que ofrecerles. Uno de los mendigos le preguntó que cómo podía decir eso viendo el enorme montón de grano que tenían delante; a esto les respondió el labrador que aquello que veían no era trigo sino tierra. El pobre le replicó: "Permita Dios que se te vuelva tierra". Y poco después la maldición se cumplió.

LEYENDA DE LA VIRGEN DEL HENAR: Según la leyenda, la imagen de esta Virgen fue traída a España por San Geroteo, primer obispo legendario de Segovia, y colocada en el vallecito del Henar. Allí estuvo hasta que con la invasión árabe hubo de ser escondida para evitar su profanación.
Un vecino de la aldea, llamado Sancho Martín, tomó a la Virgen y la llevó al lugar indicado por los santos segovianos Frutos, Valentín y Engracia. La enterró con un cirio encendido y cubrió todo con losas y tierra. Allí estuvo enterrada la imagen hasta que por el año 1580, según el cura de Cogeces del Monte, se apareció de este modo:
Estando un pastorcillo del pueblo de Viloria pastoreando sus ganados en el término del Henar, vio a una Señora de gran belleza, que entabló así un diálogo con él:
-Niño, ve y dile a tu padre que venga a este lugar.
-No puedo, Señora, porque no debo abandonar el ganado -replicó el muchacho.
-Anda, que yo misma cuidaré de él. No temas -le dijo la Señora.
Fue el muchacho al pueblo y comunicó a su padre el mandato de «una Señora muy hermosa». Su padre no le creyó y le riñó por haber dejado abandonado el rebaño. Volvió el muchacho y dijo a la Virgen:
-Señora, ya le dije a mi padre lo que me mandó, pero no me ha creído y me ha reñido mucho.
-Toma esta piedra y tírasela a aquella oveja que se ha desmandado -le dijo la Virgen.
-No puedo, Señora, por que soy manco -respondió el muchacho.
-Anda, toma y tírasela -insistió la Virgen.
Cumplió el muchacho con el mandato, y al punto quedó sanado su brazo.
-Vuelve a llamar a tu padre y dile que por esta señal de salud debe creer que le llama, de verdad, una Señora.
Volvió el zagal al pueblo. Al ver su padre el milagro, acudió con diligencia y vio a una Señora que le dijo:
-Soy Santa María del Henar. He estado aquí oculta mucho tiempo. Cava y hallarás mi imagen, a la que construirás una capilla en aquel lugar donde estuvo antes. Y desapareció de su vista. Repuestos de aquel sobresalto, padre e hijo hicieron lo que la Señora les había ordenado. Y quitando las losas, hallaron la imagen de la Virgen con un cirio encendido al lado. La sacaron y brotó inmediatamente un manantial, que desde entonces se llama Fuente del Cirio.
Tomaron la imagen, la llevaron al lugar indicado y allí le hicieron una rústica cabaña. Luego fueron a Cuéllar a dar parte de lo sucedido. Pero mientras iban sucedió que un labrador pasó por allí y al ver abandonada a la imagen, la tomó y la acomodó en su carro para llevársela a su pueblo. Pero al llegar al puentecillo de piedra que estaba a unos setenta pasos, los bueyes se pararon y no hubo fuerza humana que les hiciera dar un solo paso. Entendiendo que era voluntad de la Virgen el quedarse allí, allí la dejó.
Mientras tanto los pastores habían dado aviso a las autoridades y vecinos de Cuéllar, quienes al oir las maravillas, fueron a venerar a la Virgen. Al verla tan pobremente instalada, quisieron llevársela a Cuéllar, pero no les fue posible moverla. Marcharon disgustados, pero días después volvieron para hacerle una ermita.
Santa María del Henar fue declarada por Pío XII Patrona de los resineros españoles, que celebran su fiesta el día 29 de mayo.
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Fuente: publispan.com.

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